Nubes.

¿Quién diría que sigues siendo el viento que convierte mis días en días nublados?

Ya mejor quiero ser nube para que en vez de nublar mis días sea simplemente arrastrado por esas corrientes de aire a cualquier paradero en este mundo, sea feliz siendo arrastrado hacia la vasta inmensidad y no temer el hecho de caer en ella.

Éter.

Era una de esas noches que soñé que moría, donde ya había muerto varias veces el mismo día, donde ya no creía que podría morir en vida, durmamos, duermamos, duermemos y tantas palabras que ya no se si existen. El día de hoy yo ignoro porque me desprecio tanto, ignoro porque me castigo solo, porque me hago lo que me hago a quemarropa, ignoro porque respiro el aire sulfuroso de mi propio infierno y me sorprendo de ser lo que soy ahora, me sorprendo de añorar la muerte ahora, el descanso que solo buscan los débiles y que los cansados encuentran. De noche suelo perder el contexto, en las sombras es difícil reconocer y ver el contorno y el contexto de donde terminan las cosas. Te hablo en lenguas, lenguas etílicas, lenguas que no están muertas pero que parece que quisieran estarlo, que piden la absolución a gritos ahogados, que no intentan preocuparte, pero que son gritos de auxilio disimulados, que son llamadas de atención para mí, y berridos necios para ti, que debo encontrarme una mejor profesión que la de ser Juanito y el lobo, dormirtranquilo.

Chaleco antibalas.

Algunas veces me pongo mi chaleco antibalas. Algunas veces salgo por ahí con mi chaleco, con el que me protejo de las balas de indiferencia, de antipatía, esas balas de desesperanza que van cruzando por la calles de la ciudad. Veo a la gente cada día recibir esas balas, los veo como caen heridos ante estos proyectiles que hieren a discreción, como si estuviéramos en una guerra, en una guerra de ver quien resulta con mas heridas, quien se vuelve el más apático, quien será aquel que termine mas herido por estos proyectiles del caos, pero yo, yo estoy absuelto de daño alguno. El día de hoy me he librado de los problemas de esas personas grises al ponerme mi chaleco, que posiblemente no me protegerá de todo lo que este asechando ahí a la vuelta de la esquina esperando quitarme el ánimo el día de hoy, pero está noche me siento protegido, y es un protegido entre comillas porque no es un escudo absoluto, hay partes más expuestas que otras para recibir alguna herida, pero mientras tenga este chaleco protegiendo mi corazón, podre soportar este arsenal de malas intenciones, posiblemente podrán dañar mi cabeza, pero mi corazón y mi espíritu siguen siendo intocables cuando me lo propongo.

Un día común.

Esta mañana me desperté y no estabas. No estabas entre las sabanas ni entre las cobijas. No estabas entre mi cuarto y el baño. No estabas en la computadora mientras checaba infinitas páginas. No estabas a la hora del desayuno, ahí a un lado mirándome mientras comía. No estabas a la hora que volví a mi cama a recostarme y pensar en la vida y demás complicaciones. No te encontré ni siquiera a la hora de ir a la tienda por las calles, ni en los rincones y recovecos de las cuadras. Tampoco pude encontrarte a la hora de la comida, sentada a un lado mío comiendo y disfrutando un banquete hecho para ti. No pude encontrarte entre todos mis discos, ni mis listas de reproducción en la red. No pude verte mientras veía fotos y fotos de gente que no conozco y posiblemente nunca conoceré. Ni tampoco estabas en las conversaciones que tenia con mis amigos y conocidos, no estabas entre ninguna de ellas. Trate de encontrarte y no lo logre tocando los acordes de una guitarra, ni en sus armonías, ni en ninguna de sus notas y escalas cromáticas, mayores, menores, modales, etc. Te busque a la hora de la siesta, a ver si te habías escondido en mis sueños o haber si de pura casualidad te aparecías al momento en el que despertara, con la vaga esperanza de abrir los ojos y de que estuvieras mirándome fijamente con una sonrisa. No pude verte a la hora en la que entre a ducharme, no estabas entre el vapor de la regadera, ni atrás de la cortina del baño, ni en el espejo, con tu cuerpo desnudo mirándome. Pensé torpemente que quizás estarías por la ciudad y las calles que frecuento, que tal vez el destino era tan compasivo que me dejaría verte en algún momento pasar por alguna avenida o te vería estacionada en algún semáforo en rojo. Luego volví a mi casa sin esperanza, volví con mi fe rota y completamente desalentado, sabiendo que ya a esta hora sería prácticamente imposible encontrarte por ahí, me di cuenta que estaba pidiéndole peras al olmo. Finalmente recurrí a ese lugar donde sabría que sin problema alguno te encontraría, que quizás no serías tú, pero que de una u otra forma ahí estarías, así que cerré mis ojos y empecé a recordar, y efectivamente ahí te encontré, sonriente, juguetona y risueña, te encontré haciendo juegos de palabras, te encontré cantando melodías alegres, te encontré dormida y tiritando, buscando mi cuerpo, pude verte como tenía tanto tiempo que no lo hacía, desnuda de tus preocupaciones, de tus miedos y tus demonios, contándome algún anécdota de lo que había pasado en tu día o de algún evento que había ocurrido en tu casa y haciendo de cuenta que nada del mundo en realidad importaba. Finalmente como si fuera un acto hipnótico, salí de ese trance lúdico y comencé a pensar y a darme cuenta que eso no era lo que necesitaba, que era un bello espejismo, pero una ilusión a fin de cuentas, así que solamente entorne mis ojos hacia otro confín de mi mente y me puse a divagar en algo más, en algo que no me hiciera tanto daño, en algo sin fin. Así pasó otro día mas, quizás tú hiciste lo mismo, quizás me buscaste por todos esos huecos de la ciudad y de tu mente y solo pudiste encontrarme en un recuerdo y quizás en una canción o dos. Finalmente después de tanto pensar, lo único que me queda es volverme a dormir, y creer en la posibilidad de que tal vez está noche te pueda soñar, y que tal vez, en esos sueños podamos platicar y compartir como alguna vez, y poder despertarme con la sensación de que de una manera u otra, eso fue casi real.

Cordillera.

Que perdure en nosotros el sentimiento de que nos conocemos desde tiempos inmemoriales. Que perdure en nosotros la noción de que alguna vez nos quisimos por lo que fuimos en un instante, pero ninguno supo cómo reaccionar al que le siguió. Que perduren las memorias de tiempos felices, diferentes que sabemos que siempre estarán en nuestras mentes para darnos consuelo. Dejemos que perduren los buenos recuerdos, y que las diferencias sean cosa del pasado, un pasado mas allá de lo bueno, mas allá de la belleza de las tardes de ocio, en que nuestro mejor pasatiempo fue perdernos en las cordilleras de las cobijas de una cama, procurando no hacer ruido alguno para no ser descubiertos, pero gritándonos el uno al otro el goce que se sentía al estar juntos.

Parpadeo

Lo bueno de todo es que estuve con los ojos abiertos, que pude ver el momento mientras pasaba, y aunque pasé mucho tiempo tratando y temiendo el futuro, tus ventanas al alma me hacían recordar que el momento que valía la pena era el aquí y el ahora, era el amor antes que el miedo, era la verdad antes que la mentira, y es de los momentos que mejor podré conservar. Ahora que ya no estás trato de mantenerme con los ojos abiertos, como hice en ese tiempo, estas ventanas al alma que tratan de ver todo como es en realidad: bello como solo podría ser el estar vivo.

Que tristeza me da ver los frutos que ya no puedo recoger, ni compartir.

Maelström.

Pues, resulta que todavía sigo siendo humano, y resulta que todavía duele, y dolerá, no se hasta cuando, pero duele y estoy vivo, el maelström está dentro y gira y es un remolino de dolor, de terror, de coraje, de alegría, de melancolía optimista y de tantas sensaciones que se vuelven blancas de estar combinadas, y llega el momento en el que todo se convierte en nada, y ahí en medio de toda esa nada estoy yo, yo, siendo nada, siendo todo, sintiendo todo... y me da gusto saber que sigues aquí.

Una cafetera ya no es suficiente para mí, puedo matar.

Indeleble.

Me siento triste pero orgulloso. Me siento triste por saber que todo ha quedado en un suspiro, que todo ha sido un brevísimo instante del tiempo que por mas fugaz que fue, ha dejado algo de lo más significativo en mi vida, ha erosionado mi existencia y me ha hecho lo que soy ahorita, pero me siento orgulloso que de por todos lados me llega el murmullo de la gente que dicen y elogian como vas creciendo, como tus ramas dan más sombra, como te vas viendo más grande e imponente ante el mundo que te rodea, y me vuelvo a sentir triste de saber que esas ramas ya no me cobijaran ni me darán sombra de nuevo, no podre gozar de la brisa bajo tus hojas, no podre ser parte de tu savia y he quedado solo en parte de tus raíces y de tu corteza, me vuelvo a sentir orgulloso de haber sido parte de estas, de haber contribuido a regarte, a darte amor y sol los días que pudimos compartir, y de saber que tal vez de una manera, esas cosas que te di te ayudaron y te ayudaran a ser parte de lo que eres y de lo que serás. Y luego vuelve la tristeza a mí, por saber que todas mis palabras, todos mis alientos, todas mis bendiciones y canciones que solo eran para ti serán parte del viento y del éter y que se quedaran resonando por tanto tiempo y tal vez no volverán a llegar a ti, y de nuevo vuelve ese esquivo orgullo, orgullo que siento por saber que el tiempo que las pudiste escuchar, las dije para ti, para que danzaras con ellas y sonrieras y pudieras crecer más, y siento que al final la tristeza me vuelve a encontrar y me dice que sí, que estarás mejor sin mí, que serás lo que estas destinada a ser y que solo tú eres la que puede lograr crecer y fortalecer para seguir dando sombra y cobijo a los que sigan alrededor de ti. Y como si fuera una ilusión, vuelve a ponerse frente a mí el orgullo y me hace saber que aunque todas tus bendiciones ya no serán para este mortal, al menos pude ser parte del proceso, pude probar los frutos y contribuí en alguna ínfima parte a que esto pudiera ser verdad y con este me quiero quedar.

Lo que más tristeza me da es que todos en esta vida somos prescindibles, pero irremplazables, y aunque esto sea así, mi gran orgullo sigues siendo tú.

La montaña

¿Cuántas veces no he estado presenciando la montaña? ¿Cuántas veces no he estado abajo, preguntándome como llegare a la cima? ¿Cómo llegare al punto donde la montaña se hace una con el cielo, con las nubes? La montaña es personal, todos vivimos y escalamos nuestra propia montaña, todos tenemos nuestro everest personal que intentamos derrotar, claro que para cada quien tiene diferentes nombres, tiene diferentes formas, para unos es mas grande que para otros, pero aquí estamos todos, aquí estoy yo contemplando el camino que me toca subir, contemplado la montaña, esa montaña secreta, esa montaña sagrada, esa montaña que me devuelve la mirada y me dice que esta esperando por mí, que se burla de mi en ecos y me dice que no lo lograre, me reta con sus rocas, con su nieve y sus ventiscas y me trata de desanimar.
Yo solo soy un hombre, un hombre que lucha día a día con su montaña. Yo escalo por mí, porque al final, el que habrá conquistado la montaña seré yo, solo yo, y seré uno con ella, y ella lo sera conmigo.

Sigo.

Y sigo vivo, y con el corazón latiendo, con la sangre roja y los ojos muy abiertos.

Sigo viviendo y planeando, imaginando y riendo, pero tratando de hacerlo presente.

Sigo sintiendo y deseo seguirlo haciendo, sin dejar de sentir lo bueno y lo malo.

Sigo diciendo y haciendo, creando y sonriendo y espero así siga por mucho tiempo.

El fin del mundo.

Desde hace muchos años, miles quizá, se ha especulado acerca del fin del mundo, y vaya que el ser humano parece tener una obsesion morbosa con el fin de los tiempos, yo creo que ahí se ve reflejado ese miedo que la gran mayoría (si no es que todos) tenemos dentro de nosotros. Tenemos miedo a lo desconocido, tenemos miedo de que la vida en la que hemos invertido no sea perpetua, que pasen cosas a las que no estamos preparados, que la vida se acabe y quien sabe que vaya a pasar después.

Toda mi vida he vivido con un miedo dentro de mí, de pequeño temía a la oscuridad y a los monstruos que podrían estar escondidos esperándome en ella, luego fue pasando el tiempo y empece a temerle a cosas más mundanas como a perder a un ser querido, a que me corrieran de la escuela, a que se me rompiera o extraviara un objeto muy preciado, y después en mi adolescencia empece a temer a cosas mas existenciales, empece a temerle a la muerte, empece a temerle a lo desconocido, al "que hay detrás de todo esto que llamamos vida" y durante muchos años me aterrorizaba el hecho de que en cualquier momento pudiera morirme, que algo me sucediera, un accidente, una caída, un golpe donde letal, que me mataran de un balazo perdido, infinidad de escenarios ideaba morbosa y temerosamente para predecir en que momento podría morir, en que momento vería mi vida pasar frente a mis ojos, si tendría momentos para arrepentirme de mis errores, de si la gente lloraría por mí, de quienes irían a mi funeral, que pasaría con mis pertenencias, como seguiría mi familia y mis amigos sin estar yo a su lado, cosas que a la hora de la hora, resultan inútiles de pensar porque al momento de morir no sabremos ni presenciaremos esas cosas, y siempre me hacia sentir ese vació en el estomago el hecho de pensar que habia muchas cosas que no habia alcanzado todavia, y que al final me sentiría desesperado por aferrarme a la vida ya que no habia conseguido todo lo que deseaba y me sentiría triste y arrepentido al momento de dar mis ultimas bocanadas de aire, por el hecho de que no viví las cosas que deseaba vivir.

El día de hoy (21/05/2011) se ha predicho (por una secta la cual creo carece de fundamentos para decir que el mundo se acaba hoy) que el mundo se terminara; personalmente yo no creo en que eso suceda, pero el día de hoy, yo puedo decir, casi con toda seguridad, de que si eso sucediera, me siento listo para que eso pase. A mí no me preocupa tanto el hecho de si me iré al cielo o al infierno, creo que uno vive el cielo y el infierno en la vida diaria, pero si todas las creencias que yo siempre rechace en realidad fueran ciertas, tal vez podría sentirme un poco arrepentido, aunque creo que mi vida la dedique a hacer el bien. El día de hoy me siento conforme con las cosas que he vivido, claro que hay muchos sueños que no he podido cumplir, tal vez ya no podre terminar la escuela, no podre dedicarme a mi carrera, no podre esforzarme por ser un artista que haga algo único y le aporte algo más al mundo, quizás no tendre una casa con una bella familia y lindas mascotas con el estudio para grabar dentro de ella y el patio enorme que he querido, pero esas cosas como no han sucedido aun, me tienen un poco sin cuidado. La vida esta aquí y ahora, y lo que no existe se queda simplemente en ilusión, pero creo que he logrado hacer cosas que me han dejado satisfecho. He conocido a una cantidad considerable de gente que me ha dejado cosas maravillosas en esta vida, me han hecho crecer, me han hecho sentir tantas cosas, tristeza, felicidad, enojo y demás emociones, he viajado, he podido tocar música en lugares fuera de mi ciudad natal, he conocido la verdadera amistad por parte de una persona que parecía ser mi hermano de otra madre (persona que ha seguido su camino separado al mio), he conocido a la mujer que me ha hecho el hombre más feliz del mundo, que me hizo sentir el verdadero amor y me hizo dar el amor que había dentro de mí, me enamore locamente de ella y por razones de la vida hemos seguido caminos separados, he vivido con una familia tan única e inigualable con tantas fallas como pueden existir, pero con mas virtudes de las que uno puede percibir, y a tantos amigos y personas mas que me han hecho darme cuenta que el mundo es un lugar único y maravilloso.

Por eso yo el día de hoy no me preocupo por lo que pueda pasar, si el mundo se va a acabar, en realidad no es un final, es un cambio necesario, como todo lo que pasa en esta vida, estaríamos fluyendo naturalmente con el universo, y nos estaríamos regenerando en algo nuevo, en algo inigualable, en algo perfecto. Lo que nos da miedo es no saber que pasara después en el umbral que todos cruzaremos alguna vez, y que nadie ha vuelto para decirnos que hay allí, que los que han vuelto conocen la verdad y no nos saben decir como es, pero saben que todo está bien, que es un ciclo necesario y que pase lo que pase, al fin y al cabo, es vida. El día de hoy yo estoy listo para vivir lo que tenga que pasar, no quiere decir que igual no tendré miedo o no sentiré tristeza, no quiere decir que no me aferrare a la vida y me dejare morir, pero si es lo que tiene que pasar, que pase.

Espero que cuando llegue el fin de este cuerpo, de este ciclo o lo que sea, nos volvamos a encontrar, en cualquier otro lugar, donde sea, y podamos intentarlo una vez más.

Es el fresco de la noche el que me quita el sueño,

es el aire que me recuerda tus palabras,

son excusas las que vivo para no terminar,

son ideas las que pienso para darme un pilar.

Es música, es vida, es ritmo, es color.

soy preocupación por no completar lo prometido,

siento que me falta el aire, siento.

Vivo tratando de vivir como vive el que sabe...

Viviendo.

Caer.

¿Dónde puedo caer ahora que ya no sé donde estar?, ¿de dónde puedo sujetarme si ya no sé de qué aferrarme?, ¿acaso siempre todo fue así?, ¿fue real lo que pudimos vivir?

La vida es ese momento tan rápido, tan efímero, tan cambiante, eso que te puedo decir que lo viví, pero que si me preguntan que como lo sé, no sabría que contestar, te podría decir “porque lo sentí” y hasta ahí llegaría mi explicación. Lo demás ya cae dentro de la subjetividad y ya pudo haber sido cualquier cosa, por eso la vida de cada quien es tan diferente, por lo mismo, porque cada quien tiene de que aferrarse, cada quien tiene a donde caer y como resguardarse y yo en estos momentos no tengo en donde, no tengo en donde más que en mí, aquí es donde me vuelvo yo mi sustento, me vuelvo ave y me dejo caer al vacío, me dejo caer a mi vacio, me dejo caer al cielo y a ver a donde llego, quien sabe que podrá ser lo que encuentre ahí y a donde podre parar, y si es que acaso algún día me detendré.

Deus ex machina.

"Deus ex machina" es un concepto que se me hace muy interesante, tanto por como suena a lo que significa. Deus ex machina es a lo que le llaman a la intervención de un ser o una situación en la que los protagonistas se salvan de un final desagradable, y esto me hace pensar en como sería si en la vida real eso sucediera (o sucediera con mas frecuencia). Que hubiera un momento en el que nos va a pasar algo malo y de repente de la nada, algo interfiere ese momento y pasa lo que esperábamos que pasara y todo esta bien y todos son felices para siempre. Si esto pasara en la vida tendríamos como que la oportunidad de ver lo que esta pasando y reflexionar acerca del final que se acerca, pero sucede algo inesperado (intervención divina) y luego todo esta bien y somos felices para siempre o hasta la próxima vez que estamos en peligro.

Creo que la vida seria mas sencilla si hubiera algo que nos pudiera salvar así (fuera destino, casualidad, sincronía o lo que fuera) pero claro que es un pensamiento utópico, las cosas no son buenas o son malas, simplemente pasan y nosotros les damos el contenido y la connotación de lo que es. Aunque en verdad, en algunos momentos, me gustaría que esto si pasara en realidad...

La mente.

Últimamente mi mente anda muy intranquila, porque ultimadamente, lo que nosotros creamos con nuestra mente suele hacerse realidad, solamente que a veces creamos cosas que nos perturban la mente, aunque independientemente nosotros decidimos seguir lo que a nuestra mente le conviene. Convenientemente, a veces son cosas que tanto como nos pueden hacer bien, nos pueden hacer mal. Por mi parte me estoy cansando de que mi mente se lamente y trato de convencerme fervientemente de que todo estará bien.

Yo a veces no se ya que creerle a mi mente, a veces creo que me volveré un demente, solo espero pacientemente a que toda esta confusión se pase.

Dormido de pie.

Esta noche estoy dormido sobre mis pies, estoy caminando como un sonámbulo despierto, pero que le cuesta darse cuenta de que en realidad lo está. Esta noche camino sin rumbo fijo, y no se exactamente a donde quiero llegar. Solo se que llegare algún día y que tal vez nos encontraremos ahí.

La noche en que la quimera lloró.

¿Qué hace ese león sentado ahí, esperando a atacar?

¿Qué hace la bestia que en vigilia está?, ¿Qué esperará?

No será que no quiere ser tocada, no quiere ser temida.

No quiere ver al mundo arder, no quiere ver su mundo caer.

¿Qué hace al hombre esperar paciente a que llegue el día final?

¿Qué lo hace perder toda esperanza?, ¿A que se aferra cuando ya no queda más?

Ya no hay a quien rezar, ya no hay por quien vivir, ya no queda a quien amar.

Si tan solo todo fuera tan sencillo como dejarse caer y dejarse morir, tal vez ya estaría ahí.

Si el aliento solo se escapara de su ser, tal vez ya no estaría aquí, tal vez ya no sería él.

Solo queda lo que está dentro de él, la esperanza de volver, la esperanza de crecer.

Tal vez él ya no está aquí, quizás voló y pudo ser lo que siempre quiso ser.

Tal vez ya renació con la luz dentro de él, lo que siempre quiso hacer.

Tal vez esta noche la quimera lloró y el dolor se desvaneció al fin.